La caricia de la Glicerina
Hoy, exploramos el universo del jabón de glicerina, un aliado que hidrata, nutre y cuida el equilibrio natural de tu piel.
Ilaló Blue
3/20/20255 min temps de lecture


Un Pacto entre tu Piel y la Tierra
Una mañana en los Andes, donde la niebla acaricia las laderas del Ilaló y las gotas de rocío que visten de gala las laderas. Así, con la delicadeza del agua que nutre la tierra, un elemento esencial para nuestra higiene diaria puede convertirse en un acto de conexión profunda: el jabón. Pero, ¿qué historia cuenta la espuma que toca nuestra piel? Hoy, exploramos el universo del jabón de glicerina, un aliado que susurra hidratación y respeto por el equilibrio natural.
Ciencia que Abraza: La Danza Molecular del Jabón de Glicerina
A diferencia de los jabones tradicionales de sosa, cuyo legado se remonta a tiempos ancestrales el jabón de glicerina se distingue por un proceso que retiene un tesoro: la glicerina misma. Este alcohol de tres átomos de carbono, subproducto natural de la saponificación (la alquimia que transforma aceites en jabón), es un imán de humedad. Como el aire del páramo que atrae la neblina, la glicerina atrae y retiene el agua en la capa más externa de nuestra piel, la epidermis.
Mientras que el jabón de sosa puede, en ocasiones, despojar a la piel de sus aceites naturales, dejando una sensación de tirantez como la tierra reseca por el sol, el jabón de glicerina actúa con la gentileza de una lluvia suave. Estudios han demostrado que la glicerina no solo hidrata, sino que también fortalece la función de barrera de la piel, ese escudo invisible que nos protege de las agresiones externas, como los vientos que azotan las cumbres andinas.


Un Ecosistema en Equilibrio: La Microbiota Cutánea y el Jabón
Nuestra piel no es un lienzo vacío; es un ecosistema vibrante habitado por una comunidad de microorganismos, la microbiota cutánea. Este universo microscópico juega un papel crucial en nuestra salud, protegiéndonos de patógenos y contribuyendo a la integridad de la barrera cutánea.
La elección de nuestro jabón puede influir en este delicado equilibrio. Mientras que algunos limpiadores agresivos pueden perturbar esta armonía, el jabón de glicerina, con su pH neutro generalmente más cercano al de la piel (ligeramente ácida), tiende a ser más suave y menos disruptivo para nuestra microbiota. Es como elegir nutrir un jardín con abono orgánico en lugar de pesticidas que arrasan con todo y heredan metales pesados.
Más Allá de la Espuma: Beneficios para Pieles Diversas
¿Para quién canta la canción del jabón de glicerina? Su naturaleza suave lo convierte en un aliado para pieles sensibles, aquellas que reaccionan con facilidad a los elementos, como las flores de páramo ante los cambios bruscos de temperatura. También puede ser un bálsamo para pieles secas, sedientas de hidratación como la tierra agrietada esperando la lluvia. Incluso pieles propensas al acné pueden encontrar en el jabón de glicerina una opción menos irritante que los jabones fuertes que buscan eliminar el exceso de sebo de forma agresiva, este efecto se potencia cuando de mezcal con las bendiciones de las arcillas.
Sin embargo, como en todo ecosistema, la diversidad es clave. Algunas pieles muy grasas podrían requerir una limpieza más profunda que la que ofrece el jabón de glicerina por sí solo, encontrando un equilibrio ideal al combinarlo con carbón activado por ejemplo. Es un diálogo constante entre nuestra piel y los elementos que elegimos para cuidarla.
El Ciclo de la Limpieza: Impacto Ambiental Consciente
Cada elección es una semilla para el futuro. Al considerar el jabón de glicerina frente al jabón tradicional de sosa, también observamos el ciclo completo: desde sus ingredientes hasta su impacto en la tierra que nos sustenta.
La glicerina utilizada en muchos jabones se obtiene como un subproducto de la producción de biodiesel o de aceites vegetales, lo que puede representar una forma de economía circular, nutriendo un nuevo uso a partir de un proceso existente. En contraste, la producción de jabón de sosa tradicional a menudo implica el uso abundante de lejía (hidróxido de sodio), cuya fabricación puede tener un impacto energético significativo.
Si bien un análisis completo del ciclo de vida de ambos tipos de jabón requiere una mirada profunda a las fuentes de sus materias primas, los procesos de fabricación y su biodegradabilidad, la elección de un jabón suave y con ingredientes de origen natural puede ser un paso hacia un ritual de cuidado personal más consciente con el planeta.
¿Qué Historia Cuenta tu Jabón? Una Reflexión en la Ducha
Al final del día, cuando el agua tibia cae y la espuma se disuelve, te invitamos a preguntarte: ¿qué historia cuenta el jabón que has elegido? ¿Es una historia de hidratación y suavidad, como el abrazo de la niebla en la montaña? ¿Es una historia de respeto por el equilibrio natural de tu piel y del planeta?
Las rutinas de cuidado personal son una oportunidad para convertirse en ritual de bienestar integral consciente, que conjugan las sabiduría ancestral y la ciencia moderna. El jabón de glicerina, con su capacidad de nutrir la piel y su potencial para una producción más sostenible, se alinea con la misión de reconectar tu esencia personal con la tierra.
Un Llamado a la Observación
Este artículo no busca dictar una verdad absoluta sobre qué jabón es "mejor". Más bien, es una invitación a observar tu propia piel, tus necesidades y tus valores. ¿Qué ingredientes resuenan con tu filosofía de vida? ¿Qué impacto deseas tener en el planeta con tus elecciones diarias?
En Ilaló Blue, nuestro anhelo es despertar esa curiosidad, inspirando rituales de bienestar que sean tanto un acto de amor propio como un gesto de respeto hacia nuestro el planeta azul.








Apéndice Científico
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